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Carl Justi

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La denominación de la Asociación Carl Justi se refiere a uno de los pocos historiadores del arte que se dedicó al estudio y la investigación de la historia del arte español en el siglo XIX. Carl Justi nació el 2 de agosto de 1832 en Marburgo y murió el 9 de diciembre de 1912 en Bonn, estudió teología y filosofía en Berlín, y recibió su habilitación en 1859 con “Los elementos estéticos en la filosofía platónica” y enseñó desde 1867 como profesor de filosofía en Marburgo. Después extensos viajes de estudio a través de Italia, Justi se dedicó desde 1872 exclusivamente a la historia del arte y asumió hasta 1901 la cátedra de historia del arte en Bonn.

Justi abogó por la concepción ampliamente difundida en la segunda mitad del siglo XIX sobre la historia del arte esencialmente como una historia de artistas. Con ello continuó con la tradición fundada por Vasari sobre la literatura biográfica y escribió biografías significativas sobre Winckelmann, Velázquez y Murillo quienes hasta entonces carecían de mayores estudios de calidad.

Entre 1872 y 1886 Justi emprendió ocho viajes a España. Según Wilhelm Waetzoldt fue acá cuando Justi se convirtió en un gran especialista que registró por escrito sus hallazgos en su obra Miscellaneen aus drei Jahrhunderten spanischen Kunstlebens (Misceláneas de tres siglos de vida artística española, 1908). Los escritos originales de las Misceláneas se convirtieron en la base científica de las biografías de Diego Velázquez – Velazquez und sein Jahrhundert (Velázquez y su siglo, 1888) y en menor medida en la de Bartolomé Esteban Murillo (1892), los dos grandes pintores del Siglo de Oro español.

Diego Velázquez y la gran biografía escrita por Justi reflejan el creciente interés de la historia europea del arte en el mundo artístico español que se dio desde principios del siglo XIX. Un interés que desafortunadamente está relacionado con el despiadado saqueo de patrimonio artístico hecho por militares franceses tras la ocupación napoleónica de España, especialmente por el Mariscal Soult, tras lo cual se dio el acopio por parte de agentes franceses y británicos de pintura española proveniente de numerosas colecciones, monasterios y reservas. Tras estas acciones se abrió en 1838 la "Galerie espagnole" conformada por cerca de 450 pinturas. Con ello se instituyó un activo turismo cultural a España que incluía visitar el Museo del Prado en Madrid, inaugurado en 1819, así mismo pintores franceses e ingleses tomaron de modelo obras de grandes maestros españoles como Velázquez y Murillo, mientras que los románticos alemanes leían y traducían la literatura española del Siglo de Oro y los historiadores de arte alemanes como Justi o posteriormente August L. Mayer descubrieron para ellos la historia del arte español.

“Los pintores habían considerado como propio el descubrimiento de Velázquez. Junto a ellos, compartían los conocedores y positivistas de la investigación artística la gloria del descubrimiento del gran español para el Parnaso de la pintura. Habiéndolo proclamado como el verdadero pintor nacional de España [...] " añadió Wilhelm Waetzoldt sobre Carl Justi en su obra Deutsche Kunsthistoriker de 1924, “Justi permaneció a salvo. El erudito –lejos del movimiento del mercado del arte y el murmullo en los estudios de los pintores– era intuitivamente un adelantado de su tiempo. Él ya había conformado la imagen del héroe, a quien Justi negó el derecho al homenaje que le rendían los impresionistas. Como a Justi  la suerte de Winckelmann no permaneció ajena, él poseía también un pedazo de la naturaleza de Velázquez. En el desarrollo del estilo realista de Velázquez, Justi encontró su propio estilo científico. En la presentación del mayor representante de la ilusión en la historia del arte devino Justi mismo un maestro de la representación histórica. [...] En su obra  sobre Velázquez Justi se convirtió en el gran observador y fiel retratista de la realidad en el ámbito de la historiografía del arte.”

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